MG (R) Juan Salcedo Lora
Ministro
Desde inicios de nuestra vida republicana se crearon las primeras unidades militares, con altibajos en si organización y sobre todo con la necesidad de que desde las vecindades presidenciales alguien se encargara de administrar presupuestos, organización, recursos y funciones de un sector tan crítico y la por la existencia de conflictos y hasta guerras civiles.
Se había creado en 1821 una Secretaria de Guerra y Marina, que pasa a ser un Ministerio de Guerra y Marina sin cambiar sus funciones primarias con la Constitución de 1886, que le correspondió afrontar nueve guerras civiles y dos internacionales, como actor principal de un conflicto armado interno, que a pesar de los buenos intentos de acallar las armas y la violencia, acuerdos de paz, con mucha propaganda y resultados parciales, en los años subsiguientes innumerables organizaciones armadas ilegales, con indudables lazos con el narcotráfico, desangran el país y traspasan nuestras fronteras con los países vecinos. .
La mayor parte de las Secretarías y Ministerios de Guerra fue ejercida por militares o por civiles, pero en el gobierno militar del General Gustavo Rojas Pinilla se volvió a la tradición de designar un militar para este cargo. En 1965, gobierno de Guillermo León Valencia, se cambia el nombre, por el de Ministerio de Defensa Nacional, según sus creadores, para significar que su objetivo principal no era ya la guerra con una nación extranjera, sino la defensa del país frente a la amenaza guerrillera. Desde 1991 el Ministerio ha sido ocupado por políticos civiles.
Bien vale la pena destacar la aseveración de uno de ellos, el doctor Luis Carlos Villegas Echeverri, cuando afirma que “la enorme experiencia que ha honrado la vida de millones de soldados y policías, oficiales y suboficiales, de sus familias, y especialmente de miles de víctimas, nos posiciona como un referente regional e internacional en protección y defensa de la soberanía de un país”.
Dentro de cuatro días, asume la presidencia de la república el Dr. Gustavo Petro, que representa un cambio verdaderamente espectacular, por cuanto es la primera vez que asume tal cargo un representante de la izquierda dura colombiana. Tuvimos candidatos cercanos a esa línea, que se asumen históricamente como blandos. El “revolcón” nombre como se designa el cambio que se avecina, lo representan los nombramientos de su gabinete, las representaciones diplomáticas y los altos cargos de la nación, muchos aún por conocer.
Para el caso que nos ocupa ha sido designado como ministro de defensa el Dr. Iván Velásquez Gómez, abogado, jurista, diplomático y defensor de los derechos humanos colombiano. Todo indica que es un hombre honesto y sumamente valeroso. Desde su nombramiento se vino lanza en ristre, contra la más alta representación del ministerio que deberá ocupar a partir de 7 de agosto, el generalato, aparentemente sin excepción, es corrupto. Bien sabemos como están las cosas, que tachar a un general de narcotraficante, por ejemplo, generaliza para todos ese estigma, en la creencia de quienes votaron por el 50,44 % de votos, contra los perdedores con el 47,31%, sin considerar la realidad de un país que sigue polarizado, desde el anterior debate de Juan Manuel Santos con el 50,99% y Oscar Iván Zuluaga 45%. Cuidado, que esos márgenes deben llamar a estudios delicados.
Es fácil lanzar epítetos descalificativos cuando se sienten rumores del nuevo ministro, calificado como heroe por muchos o sesgado, apasionado y poco riguroso, por otros. Al nuevo ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, algunos lo consideran héroe. Otros lo miran con desconfianza por sesgado, apasionado y poco riguroso. Sus trinos ofenden a sus presuntos subalternos. Si alguien habla de los héroes de las fuerza pública él los ridiculiza, tal parece que pretende asumir de nuevo el Ministerio de Guerra, declarándosela a los integrantes de las fuerzas militares y la policía nacional.
Desdice de la razón que provocó el reemplazo de los militares en tal cargo, inicialmente en cabeza de Rafael Pardo, buen mensajero de paz, a quién el Estado Mayor de las FFMM acompañó por todo el país, país que él conocía muy bien, pero no el Ministerio que había recibido. Nos tocó dormir en puestos de orden público lejanos, sin instalaciones como en Segovia, después atacado por las Farc. El ministerio de hoy es más complejo, sin embargo, Pardo Rueda, en septiembre de 1992, lanzó una frase que impactó en la opinión, “No es malo que los generales me quieran”, si Velásquez llega atropellando, difícilmente, se ganará el respeto, estimación, colaboración o la querencia.
Dirá que no necesita esa vana gloria, pero cuando se conducen hombres de guerra, esa se conduce por lideres verdaderos. Quienes van a los campos de combate deben tener fe en quienes los dirigen. Algo bien diferente es manejar expedientes y seguir códigos rigurosas, a impulsar con decisiones acertadas el conflicto armado que no termina, porque los hombres de guerra de la subversión y las bandas criminales, que no “enemigos internos” inventados, también van a necesitar rodearlos, convencerlos y dirigirlos por los senderos de la paz. La moral en los hombres de guerra es crucial para alcanzar el éxito.
“Cuando se habla de moral de combate de un ejército, se piensa en la mística que inspira a sus hombres, en su determinación de jugarse la existencia en la incertidumbre de la batalla, en su voluntad para desafiar el peligro e ir más allá del sacrificio. Hay algo más, sin embargo. De carácter menos heroico y presencia bizarra, pero más trascendental y permanente. Es la reciedumbre de los valores morales espiritualmente sentidos y conscientemente aplicados. Si aquella es el fundamento del heroísmo, ésta lo es de una conducta capaz de sobrellevar las vicisitudes de la lucha, los efectos deformantes que el ejercicio repetido de la violencia puede significar para la conciencia y el alma, los choques traumáticos derivados del horror que acompaña el acto bélico¨, nos lo recordaba permanentemente el siempre bien recordado General Alvaro Valencia Tovar.
Expresar trinando que “69 senadores –¡ni uno menos! – los que apoyan la represión brutal y criminal de la protesta social que la Policía comete. Alerta que sus copartidarios no deben hacer alianzas con ellos en las próximas elecciones”, “una cosa dice el borracho y otra bien distinta dice el bodeguero” como diría alguien de los once millones y pico, o al decir de Galileo cuando sintiera que su verdad no era reconocida “eppur si muove”.
Mandoble va y mandoble viene, ofende tirios y troyanos, inclusive contra quien es respetable porque es ministro hasta el 7 de agosto, “los 69 senadores que rechazaron la moción de censura contra el ministro Molano no tienen ninguna justificación ética”.
Despide el extraordinario cuerpo policivo antes de sacarlos del MDN, con un trino feroz y desobligante, “La manera idéntica como actuó la Policía en decenas de lugares distantes muestra que la represión y las muertes obedecen a una política institucional. Por eso es urgente iniciar ya el proceso de reforma….
En fin, conociendo el desayuno, nos imaginamos el almuerzo, en lo personal le deseo muchos éxitos al Dr. Iván Velasquez Gómez, porque si ello se cumple, mi amada institución el Ejército Nacional, la Armada y la Fuerza Aérea dependientes de su ministerio, seguirán siendo el eje de la defensa de la nación.
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