Compartimos discurso presentado por F.A.R.O en la Plaza Bolívar en homenaje al Día de los Héroes de la Nación y sus Familias, decretado por la ley 913 de 2004.
Queridos compatriotas:
La ley 913 de 2004 declaró el 19 de julio como el «Día de los Héroes de la Nación y sus Familias».
En esta fecha memorable debemos por tanto rendir especial homenaje, en esta emblemática Plaza de Bolívar, cuna de nuestra independencia, a los valientes hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Militares y de Policía Nacional que han efectuado el sacrificio supremo en el cumplimiento de su deber y de la misión constitucional.
Sus vidas, ofrendadas con valor y abnegación, constituyen sustento principalísimo de nuestra democracia, de nuestras libertades, de nuestra seguridad y convivencia, amenazadas permanentemente por criminales de toda laya.
En el presente año registramos 73 héroes caídos, para ellos Paz en sus tumbas y para sus familias, nuestro abrazo más sincero y solidario para acompañar su pesar.
Hoy 19 de julio en el “Día de los héroes de la nación y sus familias” nos reunimos aquí para honrar y rendir homenaje a los valientes hombres y mujeres que han servido en nuestra Fuerza Pública. Su sacrificio y su dedicación han sido fundamentales para preservar la democracia, libertad y la seguridad de nuestra nación.
Expresamos nuestro más profundo agradecimiento a cada uno de ustedes, nuestros Veteranos, por su entrega y valentía; Ustedes han demostrado un compromiso inquebrantable con nuestro país, poniendo en riesgo sus propias vidas para protegernos y defender los principios y valores que apreciamos.
Su lealtad y compromiso con nuestro país son inigualables. Han enfrentado peligros inimaginables, han soportado dificultades inmensas y han hecho sacrificios que muchos colombianos nunca entenderán completamente.
El impacto de su servicio se siente en todos los sectores de nuestra sociedad. Gracias a ustedes, hemos podemos vivir en una nación libre y segura, donde los derechos y las libertades son protegidos. Ustedes han sido guardianes de la paz y defensores de la justicia, lo cual propicio el progreso y mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos, y por eso, estamos eternamente agradecidos, sin ustedes no tendríamos la Patria que hoy tenemos.
Como sociedad, tenemos la responsabilidad de asegurar que nuestros Veteranos reciban el respeto, el apoyo y la atención que merecen. Esto incluye proveer servicios de salud oportunos y de calidad, bienestar económico y social, oportunidades de empleo y respeto por sus derechos adquiridos.
En este día, recordamos y homenajeamos a nuestros Veteranos no solo por lo que han hecho, sino por lo que continúan representando: valentía, sacrificio y servicio desinteresado.
En el marco de esta celebración es oportuno elevar la voz de los Veteranos, de las víctimas y los pensionados de sector defensa para manifestar nuestras preocupaciones sobre la situación coyuntural de nuestro país:
1. Hoy, más que nunca, la seguridad y la estabilidad de nuestra nación dependen de la fortaleza, capacidades y la preparación de nuestra Fuerza Pública, se requiere una reflexión seria y una acción decisiva y contundente para enfrentar las amenazas a nuestra seguridad, que son diversas y complejas.
Enfrentamos desafíos que van desde el terrorismo y el crimen organizado e incluso nuevas modalidades como el uso indiscriminado de drones. En este contexto, es imperativo que nuestras Fuerzas estén equipadas no solo con las herramientas necesarias, sino también con el entrenamiento y la preparación para enfrentar estos retos con eficacia y determinación.
Nuestra institución es el baluarte de nuestra seguridad y libertad. Al invertir en su capacidad y preparación, no solo estamos protegiendo nuestro país, sino también enviando un mensaje claro: estamos comprometidos con la defensa de nuestra democracia, los valores y la protección de nuestros ciudadanos.
Hoy, exigimos al gobierno nacional fortalecer la Fuerza Pública, no podemos ser víctimas de la indiferencia gubernamental y de la apatía de la ciudadanía. La inversión en la seguridad de nuestro país, se traduce en el bienestar de nuestros ciudadanos y en la construcción de un futuro más próspero y pacífico.
2. Sobre la política de “Paz Total” debemos reiterar que el gobierno nacional acumula una serie de errores, que han ocasionado una seria desprotección de la población civil, en los territorios donde confluyen estos grupos criminales con los que se está negociando y las economías ilícitas que alimentan esta violencia.
Decretar ceses al fuego bilaterales, al inicio de los diálogos, con estas organizaciones criminales, que no han demostrado voluntad de paz y al contrario si un aprovechamiento de los ceses al fuego para ampliar su control territorial, reflejando el inmenso error estratégico por parte del gobierno en la negociación, sumergiendo al país en una vorágine de violencia, evidenciada en asesinatos de lideres sociales, desplazamiento, confinamiento, secuestro, extorsión y reclutamiento de menores, entre otras graves violaciones a los Derechos Humanos.
Por otro lado, las concesiones excesivas y el fin de conflicto armado sin un plan sólido de reintegración o desmovilización pueden llevar a un vacío de poder y a un aumento de la violencia en otras formas. Hemos visto en el pasado como grupos desmovilizados pueden fragmentarse y dar lugar a nuevas bandas criminales. La «Paz Total» debe incluir estrategias claras y efectivas para prevenir esto y asegurar una transición ordenada y segura, acogiendo el sentir de la mayoría de los colombianos.
Así entonces, la paz es un proceso complejo y a largo plazo, que requiere el compromiso y la participación de toda la sociedad. Prometer una «Paz Total» sin un análisis profundo y una planificación adecuada puede llevar a desilusión y frustración, minando los esfuerzos de paz a largo plazo y afectando negativamente a todos los colombianos.
En conclusión, la paz es un objetivo que todos compartimos y anhelamos. Sin embargo, la «Paz Total» debe ser abordada con un sentido crítico y realista. Debemos asegurarnos de que cualquier iniciativa de paz esté basada en principios de justicia, responsabilidad y seguridad dentro del marco democrático. Solo así podremos construir una paz verdadera y duradera para nuestra nación.
3. Los escándalos de corrupción al interior del gobierno cada vez son más preocupantes y evidentes, este mal está socavando nuestras instituciones afectando el desarrollo económico, el progreso social y perpetuando la desigualdad.
Exigimos a la rama judicial actuar con celeridad y contundencia para investigar y judicializar a los funcionarios responsables del gobierno, en recientes denuncias, que minan la legitimidad de la actual administración.
Los colombianos debemos enviar un mensaje claro y contundente de que la corrupción no será tolerada y que los responsables enfrentarán consecuencias jurídicas, es necesario mantener la confianza en el sistema judicial y garantizar que se haga justicia de manera oportuna.
4. Rechazamos enérgicamente la reciente decisión del gobierno nacional de permitir que personas que hicieron parte de las autodenominas Farc sean atendidas en el Hospital Militar Central, lugar emblemático y entrañable para los miembros de nuestras Fuerzas Militares y sus familias. No podemos dejar de lado que los integrantes de esa organización cometieron graves crimines de lesa humanidad contra la sociedad colombiana y nuestros soldados y policías.
Esta decisión gubernamental impacta profundamente la moral y la dignidad de la institucionalidad militar, socavando el sacrificio y el esfuerzo de quienes sirvieron y sirven en las Fuerzas Militares, revictimizándolos, es inaceptable que estas personas reciban atención en nuestro hospital y en comunión con quienes protegimos y defendimos a todos los colombianos. Sentimiento que es compartido y genera desconcierto en los colombianos de bien.
Paz en la tumba de quienes han sacrificado su vida al servicio de la Patria, a sus familias bendiciones y para todos ustedes que en su calidad de veteranos de las Fuerzas Militares y de Policía continúan apoyando a nuestros pares en servicio activo, como una única fuerza constitucional legitima que defiende los principios democráticos. Alentamos a todos los colombianos a rodear y apoyar a los miembros de la Fuerza Pública para continúen cumpliendo su misión con total apego a la constitución.
Finalmente, les agradecemos a todos los héroes y a sus familias en su día, por su servicio y sacrificio. Su valentía es una inspiración para todos nosotros y nos comprometemos a honrar su legado cada día.
Que Dios bendiga a sus familias, a nuestra Fuerza Pública y que Dios bendiga a nuestra nación.




