‘La batalla en el Cañón del Micay será a muerte’: general (r) Eduardo Herrera

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El general (r) Eduardo Herrera Berbel, un estudioso del conflicto armado, explica qué significa la retoma por parte del Estado de El Plateado y analiza cómo impactará esta acción al Gobierno del presidente Petro.

Por: Armando Neira

tomado de https://cambiocolombia.com/poder/por-la-topografia-las-minas-y-la-gobernanza-criminal-la-batalla-en-el-canon-del-micay-sera

El mayor general (r) Eduardo Herrera Berbel es un dedicado analista del conflicto armado en Colombia. Con una maestría en Seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de Guerra, fue miembro de la Unidad para la Promoción de la Democracia de la OEA, jefe del Comité de Desminado para Centroamérica, coordinador del equipo político de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y miembro del equipo del Gobierno en las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Su trayectoria lo convierte en una voz autorizada para analizar la “retoma” de El Plateado, corregimiento del municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, ordenada por el presidente Gustavo Petro. Por eso, CAMBIO lo entrevistó.

CAMBIO: Desde el punto de vista de la estrategia militar, ¿hay un cambio en el Gobierno del presidente Petro al ordenar el ingreso de 1.400 militares a El Plateado, Cauca?

General (r) Eduardo Herrera Berbel: El enfoque de la estrategia militar esta alineada con dos documentos rectores: la Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana (PSDCC) y el Plan de Campaña Operacional ‘Ayacucho’ 2023-2026. Desde el pasado marzo se encuentra en desarrollo la operación ‘Mantus’, además, se estableció por el Gobierno la ‘Misión Cauca’ para iniciar un proceso de transformación de economías ilícitas y el desarrollo de otros programas sociales. En ese marco, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional deben coadyuvar a una recuperación del control  institucional del territorio y generar las condiciones de seguridad, confianza y tranquilidad de la población civil. Un reto enorme por alcanzar.

CAMBIO: ¿Por qué cree que el presidente Petro tomó esta decisión?

G.E.H.B.: El presidente Petro planteó una intervención estructural de orden socioeconómico en el Cauca, especialmente en el Cañón del Micay, pero esta decisión se fue aplazando con el tiempo. La salida del frente 57, liderado por alias Mordisco, de la mesa de conversaciones, generó una grave alteración del orden público en el Cauca, afectando la integridad de los habitantes de la región. Además, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional contaban con las capacidades necesarias para recuperar El Plateado como punto de partida para una acción integral de Gobierno. Así nació la operación Perseo, ya conocida por todos.
 
CAMBIO: Hemos escuchado distintos planes militares en los últimos años. ¿Qué diferencia hay entre el Plan Patriota, el Plan Bicentenario y el Plan Ayacucho?

G.E.H.B.: Estos son planes de campaña operacional de las Fuerzas Militares y que en síntesis se resumen así: Patriota (2002-2006): se enfocó en la acción directa para derrotar militarmente a las organizaciones narcoterroristas. Bicentenario (2018-2022): buscó proteger al Estado, sus recursos (población, territorio y soberanía) y mantener el control institucional. Ayacucho (2023-2026): su objetivo es proteger a la población civil, debilitar las capacidades de los actores ilegales, neutralizar las economías ilícitas y fortalecer la gobernabilidad democrática.
 
CAMBIO: ¿La intervención en El Plateado abre la puerta a los bombardeos?

G.E.H.B.: Los bombardeos son una capacidad de la Fuerza Aeroespacial de Colombia (FAC) y, para su uso, deben seguirse protocolos estrictos que eviten daños colaterales o la afectación de menores de edad. El presidente Petro ha dejado abierta la posibilidad de emplear esta misión contra el grupo liderado por alias Mordisco. A mi modo de ver, es un mensaje claro a los grupos armados: el Estado no escatimará esfuerzos ni medios para someterlos al imperio de la ley. Esta capacidad crítica no debería ser descartada por completo, ya que en un enfrentamiento se puede necesitar para lograr superioridad estratégica.

CAMBIO: ¿Podría aplicarse esta ofensiva a otros grupos armados que incumplen los acuerdos de cese al fuego?

G.E.H.B.: Por lo visto en el desarrollo de la Paz Total, mientras exista la posibilidad de dialogar, se priorizarán los acuerdos sobre las acciones militares. Sin embargo, cuando no hay un cese al fuego bilateral, las Fuerzas Militares y la Policía tienen la misión constitucional de actuar. El mensaje es claro: se usará toda la fuerza legítima del Estado contra quienes no estén en la mesa de conversaciones y sigan delinquiendo. Para los casos de incumplimiento de los acuerdos, existe un mecanismo de verificación que evalúa y corrige las violaciones.

CAMBIO: ¿Qué grupos armados han cumplido con la disminución de afectaciones humanitarias y cuáles no?

G.E.H.B.: Los grupos han firmado ceses al fuego para evitar las acciones ofensivas de la fuerza pública, pero sin demostrar una voluntad real de cesar hostilidades. Ninguno puede “tirar la primera piedra”, ya que han continuado maltratando a la población civil, que sufre en silencio las atrocidades cometidas contra su dignidad.
 
CAMBIO: ¿Qué significa negociar con «garrote» y «zanahoria»?

G.E.H.B.: Es una expresión conocida en la gestión de conflictos y la política. En términos doctrinales, implica tener una «capacidad de disuasión creíble». Esto significa que, mientras se avanza en un diálogo persuasivo, se debe dejar claro que la opción del «garrote» está disponible. El éxito radica en mantener un equilibrio, para evitar obstáculos insuperables en las negociaciones. Además, las Fuerzas Militares deben estar preparadas para actuar en un entorno adverso, siempre respetando los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

CAMBIO: ¿Por qué es tan complicado tomar el Cañón del Micay?

G.E.H.B.: En primer lugar, es una topografía de unos retos inconmensurables para realizar operaciones militares, ha sido una zona trabajada y articulada en el tiempo por actores armados ilegales en la instalación de campos minados y artefactos explosivos improvisados y donde, está superpuesta una población atemorizada e instrumentalizada bajo el miedo y el terror. Sumado, una ‘gobernanza criminal’ de vieja data, la presencia de corredores estratégicos del narcotráfico hacia el Pacífico y la inmersión en una amplia gama de economías y rentas ilícitas. En conclusión, la defensa de esos enclaves productivos de finanzas de esa criminalidad diversificada es a ‘muerte’ y siempre será un reto trascendente la recuperación del control institucional de un territorio tan deprimido por una violencia depredadora.
 
CAMBIO: ¿Qué otras regiones presentan desafíos similares?

G.E.H.B.: Existen en Colombia varias regiones que presentan factores de inestabilidad crecientes en los departamentos de Nariño, Arauca, Chocó, Norte de Santander, Antioquia y Bolívar, entre otros. En esos puntos hay pobladores vulnerables ante esa violencia criminal. Un proceso integrado de recuperación territorial conlleva hacer una evaluación geoestratégica detallada para cada región afectada y aplicar las lecciones aprendidas en el Cauca, que de ahora en adelante se convierte en un ‘laboratorio’ de una mirada obligada como referente dominante en el contexto de país.

CAMBIO: ¿Por qué es esencial la seguridad para alcanzar la paz total?

G.E.H.B.: Es de sentido común, que los acuerdos que se pacten en una mesa de conversaciones con un actor violento y antidemocrático repercuten, entre otros aspectos, en la seguridad territorial. De ahí, la premisa básica que la paz y la seguridad van de la mano, son mutuamente solidarias y deben configurar una disuasión creíble ante los violentos. De igual manera, los ceses al fuego bilaterales deben contar con un mecanismo de verificación fuerte que permita hacer un seguimiento y monitoreo oportuno de su cumplimiento, por las partes.

CAMBIO: ¿Paz y seguridad siempre deben ir de la mano?

G.E.H.B.: Paz y seguridad es la ‘llave de oro’ en la búsqueda y construcción de una paz estable y duradera. Hay que despojarse algunos operadores de paz de estereotipos distorsionados de nuestras Fuerzas Militares que están preparadas para la guerra o para la paz y, además, saben cuidar a Colombia de cualquier amenaza, a su estabilidad democrática y al orden constitucional ¡venga, de dónde viniere!

CAMBIO: ¿Los grupos armados se han multiplicado desde la llegada del Gobierno de Petro?

G.E.H.B.: Antes de la llegada del Gobierno de Petro, existía una amenaza real de actores violentos y antidemocráticos en buena parte del territorio nacional, constituida esa amenaza por integrantes de ‘grupos armados organizados al margen de la ley’, como los autodenominados: Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las extintas Farc, la Segunda Marquetalia de alias Iván Márquez y las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC); todos ellos, conforman una amenaza de más de 18.000 integrantes entre hombres, armas y redes de apoyo y con un crecimiento de casi un 9 por ciento, en los dos últimos años. Sin duda, se ha presentado un aprovechamiento en el marco de los diálogos de paz para una expansión y crecimiento, pero desde mi punto de vista no se han ‘duplicado’, respetando mejor opinión.

CAMBIO: Volviendo al Cauca, ¿se puede mantener una operación con 1.400 militares en El Plateado a largo plazo?

G.E.H.B.: La respuesta a esta pregunta en un ambiente operacional tan demandante como el que enfrenta la operación Perseo en el municipio de Argelia y su inmersión en el Cañón de Micay es impredecible, por ahora, los tiempos estratégicos y tácticos lo irán definiendo y la conducción militar en el marco de la acción integral y unificada del Estado en esa región, recuperar el control institucional del territorio tomará su tiempo ¿Cuánto podría ser?  No lo sé y sería temerario de mi parte afirmar algo en ese sentido. Por ahora, dejo ahí, hay suficiente ilustración, eso creo.

CAMBIO: ¿Qué significa para otras regiones del país concentrar allí tan alto número de helicópteros, tanques y militares? ¿Es posible lanzar una operación similar contra actores ilegales, como por ejemplo el ELN, en la frontera con Venezuela?

G.E.H.B.: En el marco de la seguridad nacional siempre habrá una gama de alternativas de orden operacional donde se desarrollarán esfuerzos principales (caso Perseo), esfuerzos secundarios contra otros actores violentos, economías ilícitas, acciones de mantenimiento de la seguridad territorial y protección de comunidades. Por ahora, como dice Stephen Covey, ¡primero, lo primero! Que no tiene otro nombre que Mantus y Perseo en el Cauca. Es mi modesta opinión desde mis ‘cuarteles de invierno’ del retiro, donde es fácil opinar con una buena taza de café y sentado muy cómodamente en ‘mi biblioteca’, pero allá, en el Micay, es a otro precio.

CAMBIO: Finalmente, ¿usted que cree que le dejará al país la operación Perseo?

G.E.H.B.: Es muy prematuro opinar sobre lo que dejará la operación Perseo, pues hay muchas variables en ese ‘ajedrez estratégico’ del Cauca. Pero, les puedo decir que confíen en nuestras Fuerzas Militares y la Policía, que no hay lugar vedado del territorio nacional para la presencia del soldado y el policía en el cumplimiento de su misión constitucional. El decisor político, la acción integral y unificada del Estado y el soporte de la fuerza pública en el marco de la ‘Misión Cauca’, nos hace ver que ese es el camino indicado, pero no dejará de ser retador y demandante su logro final. De parte de un ‘veterano’ suerte y pulso y plena confianza en su actuar y compromiso patrio. 

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